La pandemia de COVID-19 a la luz de los preceptos noájicos

El mundo todavía está luchando con la pandemia de COVID-19, y todavía hay informes y opiniones contradictorias de agencias de noticias y redes sociales que compiten por aclarar o confundir el asunto: ¿Cómo comenzó la pandemia? ¿Quién tiene la culpa? ¿Cuál es el tratamiento más efectivo? ¿Se debería restringir a las personas de hacer sus negocios fuera de sus hogares? La lista continúa y las opiniones varían a medida que sale nueva información.

Igual de importante es saber a dónde vamos. Todos estamos en el mismo bote, siendo arrastrados río abajo hacia un futuro incierto. ¿Qué podemos hacer para darle la vuelta a este barco, o al menos para asegurar salvavidas para nosotros, nuestras familias y otras personas que se unirán a nosotros?

No es sorprendente que este problema pueda abordarse (y podría haberse evitado o mitigado) aplicando la obligación de cumplir con la ética de los Siete Preceptos Universales para toda la humanidad. Estos fueron dados por Di-s a través de Noé cuando salió del arca. Noé fue recibido por un arco iris con siete colores, y por un mensaje de Di-s que nunca más limpiaría al mundo de la humanidad. Estas son las palabras del pacto de Di-s que hizo en ese momento (Génesis 9: 8-17):

Y Di-s dijo a Noé y a sus hijos con él, diciendo: “Y yo, he aquí, estoy estableciendo Mi pacto [1] con ustedes y con su descendencia después de ustedes… Y estableceré Mi pacto [2] ustedes, y nunca más toda carne será exterminada por las aguas del diluvio…”

Y Di-s dijo: “Esta es la señal del pacto [3], que hago con ustedes… Mi arco iris lo he colocado en la nube, y será señal de un pacto [4] entre Mí y la tierra… Y recordaré el pacto [5], entre Mí y ustedes y entre cada criatura viviente entre toda carne… Y el arco iris estará en la nube, y lo veré, para recordar el pacto eterno [6] entre Di-s y cada criatura viviente de toda carne, que está en la tierra”.

Y Di-s le dijo a Noé: “Esta es la señal del pacto [7] que he establecido, entre Mí y toda carne que está en la tierra”.

¿Por qué Di-s dijo la palabra “pacto” siete veces? Era para enfatizar que Su pacto se estaba haciendo en el contexto de un conjunto de Siete Preceptos, y esto aseguraría que las personas nunca más sucumbirían a una pandemia completa de mal comportamiento como lo hicieron antes del Diluvio. Estos son los Siete Preceptos:

Examinemos algunas formas en que estos preceptos y sus extensiones lógicas se aplican a esta pandemia.

  1. No adorar ídolos. Génesis 2:16 dice: “Y el Señor Di-s le ordenó al hombre, diciendo…” Esto implica que Di-s dotó a los humanos de la libertad de elegir obedecerlo y honrarlo, y así establecer una conexión personal con Él. El mayor honor para cualquier persona es tomar la decisión de alejarse de las deidades falsas y, en su lugar, servir y adorar a Di-s.

Hay una forma de idolatría que influyó mucho en esta pandemia: el ateísmo, que es el peor tipo de idolatría, ya que causa la mayor separación entre una persona y Di-s. Impide cualquier pensamiento de obediencia a Di-s. Estipula perseguir cualquier deseo y ambición, sin temor al juicio de Di-s ni al reconocimiento de la santidad de la vida humana. Lleva a las personas a aceptar cosas como un partido político, o sus opiniones personales, como sus dioses sustitutos. Fue de un país que profesa oficialmente el ateísmo que el virus COVID-19 se propagó mientras que el resto del mundo no estaba informado ni preparado.

Cómo podemos ayudar: En un mundo lleno de idolatría, Abraham “proclamó en nombre del Señor, Di-s del mundo” (Génesis 21:33). Él enseñó que Di-s y el mundo no están separados. Si dejamos que esta verdad impregne nuestro comportamiento y la educación de nuestros hijos, abrirá los ojos de más personas al mensaje que Él nos está dando ahora. La expectativa de Di-s para la humanidad es que Su mundo no debería ser una jungla o una batalla campal. Es su palacio donde pronto se revelará su esencia. Entonces, antes de decidir qué hacer o decir, pregúntese, ¿qué dice Di-s sobre esto? Encontrará la respuesta en las lecciones morales de estos Siete Preceptos.

  1. No blasfemar. Levítico 24:15 dice: “ish ish [que en hebreo significa ‘cualquier hombre’] que maldice a su Di-s llevará su pecado”. La expresión “ish ish” (que literalmente significa “un hombre, un hombre”) indica la inclusión de toda la humanidad. Por lo tanto, está prohibido que los no judíos maldigan el nombre de Di-s. Lógicamente, esto sería una extensión de la prohibición de la idolatría, ya que no hay mayor negación de la soberanía de Di-s que la blasfemia. Como un precepto separado, enseña sobre el poder de nuestro discurso. Los humanos se distinguen de todas las demás creaciones terrenales, no solo en su intelecto y libre albedrío, sino también en su poder de hablar y en el poder de su discurso.

Una persona que jura falsamente por el Nombre de Di-s también profana Su Nombre, como dice (Levítico 19:12), “No jurarás en Mi Nombre falsamente, ni profanarás el Nombre de Di-s…” Al hacer un juramento falso, la persona niega la verdad de Di-s en cuyo nombre jura. Por extensión lógica, también está prohibido mentir o engañar. En la situación actual, hemos visto que la propaganda, la información falsificada o suprimida y los informes sesgados han estado involucrados en la formación de opiniones sobre la pandemia de COVID-19. Afortunadamente, el escrutinio público ha expuesto algo de esto.

Cómo podemos ayudar: Todos pueden establecer un estándar moral más alto para su habla, sabiendo que tiene un impacto real en los demás y en el mundo, para bien o para lo contrario. Las mascarillas y barbijos para protegernos del COVID-19 nos recordaron que debemos cerrar los labios para bloquear declaraciones y chismes dañinos. En un nivel más profundo, una persona que habla negativamente trae lo opuesto a las bendiciones, y abrimos canales para las bendiciones de Di-s cuando hablamos positivamente. Jeremías aconsejó (29: 7): “Busca la paz de la ciudad… y reza por ella, porque a través de su paz, tendrás paz”. Incluso aquellos que nos llevaron por un camino equivocado en el pasado deberían ser alentados a revertir el curso y alinear sus esfuerzos con los estándares de los Siete Preceptos.

  1. No asesinar. Génesis 9: 5-6 dice: “Y, sin embargo, la sangre de las almas de ustedes reclamaré; de manos de todo animal la reclamaré. Y de manos del hombre, de manos del hermano de cada hombre reclamaré el alma del hombre… pues a imagen de Di-s, Él hizo al hombre”. A partir del análisis de estos versículos, se encontró que se incluyen el suicidio, matar a través de la agencia de un animal, enviar a alguien a asesinar y el aborto electivo. Por extensión, incluye la obligación de mantener la salud y que los médicos receten buenos tratamientos, incluso si no son los más caros.

La pandemia ha provocado un aumento de los asesinatos por eutanasia. Al mismo tiempo, algunos médicos y enfermeras se han suicidado mientras estaban involucrados en cuidados intensivos de pacientes con COVID-19. Pero al mismo tiempo, los abortos electivos han disminuido donde se ha reconocido como un procedimiento no esencial. En el área de tratamiento, las opciones del médico no deben basarse en la coerción para recetar medicamentos más caros. Por supuesto, las personas deben tomar medidas para evitar contraer COVID-19, con base en el asesoramiento imparcial de expertos.

Cómo podemos ayudar: Di-s considera que salvar la vida de una persona es salvar al mundo entero, y al ayudar a revertir una política antivida en su país, usted puede salvar miles de vidas. No todos tienen potestad para hacer esto, pero hay una extensión de este mandamiento que todos pueden observar para tener cuidado al hablar de los demás. El concepto de “derramar sangre” incluye no hacer que la cara de alguien “se ponga roja”, es decir, no causarle vergüenza. Las palabras que resultan en “asesinato de la reputación” pueden ser casi tan malvadas como el asesinato mismo. En cambio, necesitamos difundir más “vitalidad” a través de la elevación de los demás haciendo actos de bondad.

  1. No tener relaciones prohibidas. Se prohíben cinco tipos de relaciones sexuales a la humanidad en Génesis 2:24: “Un hombre dejará a su padre y a su madre y se aferrará a su esposa, y se convertirán en una sola carne”. Esto implica la prohibición de las relaciones de un hombre con su madre, con una mujer que ha sido la esposa de su padre, con la esposa de otro hombre, con otro hombre o de cualquier persona con un animal. Las relaciones con una hermana materna también están prohibidas, como lo afirmó Abraham en Génesis 20:13: “Además, ella… no es la hija de mi madre; y ella se convirtió en mi esposa”.

Más allá de esto, una nación necesita ser estable y ordenada, como se dice en Isaías 45:18, “el Señor… que formó la tierra y la hizo, la estableció; no la creó como un desperdicio, la formó para ser habitada…” Por lo tanto, se advierte a los gobiernos que no toleren comportamientos que resulten en abuso sexual, explotación, trata de personas o desintegración de la sociedad en hedonismo materialista. Esto es esencial para la protección de las mujeres y los niños y la institución clásica del matrimonio. El distanciamiento social durante la pandemia tuvo un buen efecto en la reducción de la explotación de los niños y la prostitución. Se estima que hasta cien mil prostitutas en Alemania han tenido una desaceleración significativa en sus negocios, y lo mismo ha sucedido en Asia.

Cómo podemos ayudar: El Baal Shem Tov, fundador del movimiento jasídico, enseñó que lo que una persona ve o escucha proviene de la Divina Providencia que le da un mensaje sobre su servicio a Di-s. Esto se aplica aún más a algo que le sucede a una comunidad o una nación, o al mundo entero. Los bloqueos durante la pandemia acercaron a las familias clásicas y redujeron las fijaciones que muchas personas tienen sobre el materialismo y las relaciones ilícitas. Di-s no ordena nada que sea demasiado difícil de hacer, y muchas personas descubrieron durante la pandemia que pueden lograrlo sin actividades a las que habían sido mentalmente adictos. Cuando se levanten las restricciones, las personas deberán ir de fortaleza en fortaleza y ser parte de la solución en lugar del problema.

  1. No robar. Este mandamiento universal se ve en Génesis 21:25: “Y Abraham confrontó a Abimelec por el pozo de agua que se habían llevado violentamente los sirvientes de Abimelec”. La “violencia” que trajo la mayor culpa antes del Diluvio (Génesis 6:11) y en Nínive (Jonás 3: 8) incluyó el robo y otras ganancias ilegales. También hay acciones que no son completamente robo, pero están prohibidas como un peligro para la sociedad, en las que una persona victimizada se siente robada. Puede haber ganancias mal obtenidas cuando hay escasez de productos con alta demanda. Las pandemias provocan tentaciones por sobrevalorar artículos esenciales, retener medicamentos efectivos de bajo costo a favor de tratamientos de alto precio o vender equipos médicos defectuosos.

Cómo podemos ayudar: El robo provoca corrupción y deterioro moral. Las personas que no evitan ni aborrecen el robo pueden ser lo suficientemente poderosas como para tratar deshonestamente a gran escala. Esta prohibición enseña respeto a los demás y sus posesiones, necesidades y derechos. Aunque una persona por naturaleza codicia lo que otra persona tiene o logra, puede ser escrupuloso para no obtener nada de manera deshonesta o coercitiva. Di-s quiere que una persona mejore su situación honestamente, lo que hace del mundo un lugar mejor.

  1. No comer carne tomada de un animal vivo. Después del diluvio, Di-s permitió que la gente comiera carne, y agregó un mandamiento contra el consumo de carne de un animal vivo. Estos se declaran en Génesis 9: 3-4: “Todo lo que se mueva y viva será alimento para ustedes… Pero la carne, con su alma [mientras está en] su sangre, no comerán”.

A continuación, el texto bíblico prohíbe el asesinato y las lesiones (Génesis 9: 5-6), para aclarar que no se deben comer alimentos dañinos (por ejemplo, animales con virus o parásitos dañinos). Otra prohibición derivada de esto se aplica a la crueldad hacia los animales. No deben ser sometidos a dolor y sufrimiento innecesarios, incluso si se utilizarán como alimento. La cobertura mediática de esta pandemia atrajo la atención a los lugares donde los animales son sometidos a tortura mientras se procesan para obtener alimentos o remedios caseros sin fundamento (por ejemplo, supuestos afrodisíacos hechos de cuernos de rinocerontes u osos obligados a vivir inmovilizados mientras su bilis se drena continuamente).

Cómo podemos ayudar: El principio subyacente de este mandamiento es no infligir dolor innecesario a los animales. Y así como deberíamos sentir angustia por el sufrimiento de un animal, ¡deberíamos sentir más angustia por el sufrimiento de las personas y actuar para reducirlo! Todos deberían dar caridad y promover la justicia, pero eso no es suficiente, como dice (Zacarías 1: 14-15): “Así lo dijo el Señor de los ejércitos… Estoy muy enojado con las naciones que están cómodas…” Hay personas en todo el mundo que sufren privaciones, especialmente debido a la pandemia, y algunas recibirán caridad. Pero si más personas se preocupan por esto, estarán motivadas para corregir las causas profundas, no solo los efectos superficiales”.

  1. Establecer tribunales de justicia. Di-s ordenó el establecimiento de tribunales para juzgar a los asesinos, como se indica en Génesis 9: 6: “El que derrame la sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Di-s Él hizo al hombre”. Debe enfatizarse que, si la mayoría de una sociedad permite la transgresión de al menos uno de los Siete Preceptos, los tribunales no pueden infligir la pena capital por ningún delito en circunstancias normales. Pero si un gobierno necesita esta pena solo por asesinato, debido a una gran necesidad de más seguridad, está permitido, pero no es obligatorio, y solo si no hay prejuicio en la sentencia.

Un requisito previo para que los tribunales y las fuerzas del orden público cumplan con altos estándares de justicia es un gobierno que haga leyes justas con el consentimiento del público. Un gobierno que se impone a una nación, sin que los ciudadanos lo acepten libremente a través de un marco constitucional, no es una forma válida de gobernanza. Es por eso que gobiernos como la URSS que violan sus propias constituciones no duran. Las democracias tampoco deberían aprovechar una crisis como una pandemia para crear leyes arbitrarias que no sean beneficiosas. También, los tribunales no deberían legislar ni deberían dictar sentencias basadas en la discriminación.

Cómo podemos ayudar: La justicia y la caridad van de la mano, remontándose a Abraham, como Di-s dijo (Génesis 18:19): “Lo amo porque él le ordena a sus hijos y a su familia que sigan el camino de Di-s para hacer caridad y justicia…” La caridad adecuada ayuda a traer la redención y realiza nuestra preocupación por las personas necesitadas. Esto también se aplica a ayudar a aquellos que están espiritualmente necesitados, a través de la divulgación de los Siete Preceptos Universales y las mejoras que traen.

Hemos revisado los Preceptos Universales, o noájicos, que tienen relevancia para todas las sociedades, junto con algunas ramificaciones que son lógicamente obvias y esenciales para mejorar la estabilidad, la paz y el bienestar de cualquier nación. Esforcémonos porque estas lecciones se apliquen para responder a la pandemia y salir de ella de manera segura y pacífica.

Por Dr. Michael Schulman

Para obtener más información en español y descargar u ordenar materiales de divulgación para promover estos Siete Preceptos, visite: https://asknoah.org/recursos-noajidas-espanol

El Dr. Michael Schulman es Director Ejecutivo de Ask Noah International. Con oraciones por una recuperación completa para el rabino Jaim Yaakov Zev ben Sara (Rogalsky).

En inglés: https://asknoah.org/faq/the-covid-19-pandemic-in-light-of-the-7-laws-of-noah

Publicado en inglés el 18/05/2020 en israelnationalnews.com: http://www.israelnationalnews.com/News/News.aspx/280444

Traducido al español por Carlos Sánchez Corrales, Bnei Noaj Ecuador. Puede seguir a Bnei Noaj Ecuador en Facebook y en Instagram: @bneinoajec

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